Pedro Arrieta: ¡Salvemos el corazón!

Pedro Arrieta: ¡Salvemos el corazón!

Autor(a): Alina González Follow // Tiempo de lectura 12 min

Entrevista realizada al artista Pedro Arrieta en ocasión de su exposición en la Galería Enrique Echandi en 1996.

  • En “La visitación de la luz” (Galería Enrique Echandi, 1983), habían dibujos y acuarelas, pero más que eso, habían ventanas abiertas a la luz como símbolo de algo nuevo, de esperanza. ¿Trece años después, hay nuevos horizontes? ¿Mantenés el mismo optimismo?

“La visitación de la luz”, lo que ocurrió eran las ganas de un espacio abierto, a una nueva territorialidad. Inmediatamente después, salté la ventana y afuera, en terminos gráficos, surgió un nuevo horizonte que terminó siendo un paisaje, en donde se presentan una serie de elementos que se vivián, que se respiraban, que se observaban alrededor. Mantuve en aquel período un optimismo que se manifestaba a partir de aquellas montañas, de aquellos primeros incendios que se armaron y que, a través de los años, algunas de estas imágenes se convirtieron en hogueras. Yo pienso, que una de las claves en el proceso artístico es sostener y compartir el optimismo en términos de enseñanza a través de lo que se hace, en este caso, en pintura. 

  • Si en “La visitación de la luz” había todo un espacio abierto a nuevas sensaciones, una disposición para recibir y dar, condición de la que se dispone solo cuando se es joven, en “Contextos” (Sala libre: Museos Banco Central, 1987), se presenta una visión por el contrario nihilista,. Una realidad negada.

A través de los años, yo no sé si efectivamente me he planteado el intentar pintar una “realidad negada”. Mi actitud en todo caso, fue el estar en un momento sorpresivo. Empiezo a descubrir una manera infantilesca, una manera bastante intuitiva, de pintar, empiezo a dejar que surjan imágenes, colores, texturas, trazos, gestos, etc., que terminaron convirtiéndose, pues, posiblemente en esto que vos señalás. Confieso que fue un período muy importante en mi carrera. Y es allí realmente, donde tomo la iniciativa de asumir de manera profesional la pintura. Vos encontrás, en mi pintura una serie de códigos: cercas que arrancan en los cerros y terminaban en la ciudad. De esta manera, podríamos pensar que se cercenaban territorios.

Yo, frente a una realidad así, más que física y geográfica, me cuestiono que lo que se cercena son las posibilidades que impiden que nuestras vidas transcurran humanamente.

  • Con la serie “Contextos” no solo te definiste como un pintor de la generación de los década del ochenta, sino que encontraste en ese momento, el lenguaje plástico para tu propio discurso estético, el cual, se fue enriqueciendo con nuevas obras, y nuevos formatos, hasta llegar a cerrar con el proyecto de serigrafía en Valencia, España en 1992-1993. ¿Es correcto esto?
    LUZ. Lux, Lucis. Agente físico que hace visible los objetos. Claridad que irradian los cuerpos en combustión, ignición o incandescencia.(Real Academia Española)

Efectivamente es a partir de “Contextos” en que aparece un discurso bastante personal. Fue un período realmente en que me empecé a sentir más cercano a todo el misterio que llamamos pintura, arte, vida. Y así, surgieron nuevos formatos, nuevas propuestas, nuevos sueños. Después de todo esto, me sucede algo clave en mi vida, me instalo en un nuevo domicilio dejando atrás una larga historia que parte de ella he empezado a contarte. Antes de este cambio sucedió en dos exposiciones: “Paisaje-hoy” (Alianza Francesa, 1988) y “Vivo, Paisaje, Presente” Instituto Anglo Americano, 1989). 

Todo este lenguaje se fue construyendo en el taller, en el estudio de la Dos Pinos; un código paisajístico, vital, enérgico, quemante, hasta hiriente. Me interesaba pintar la energía, ese aspecto de la vida humana, que también tiene que ver con la vida natural. Podemos citar los volcanes y la idea de asociar : fuego con fuego, energía con vitalidad.

“Entre ciudad, fuego y volcán…un tiempo” (Galería Enrique Echandi, 1991), en esta exposición de pintura, la textura y el color entonaban un nuevo diálogo y se suceden nuevas referencias, esto creo yo, al irme a vivir dentro del casco urbano. Un poco hago loco, vivo mucho de noche, llego en la mañana a mi casa. Tengo de referencia una serie de atmósferas, de imágenes, de luz, que luego, aparecen en mi pintura. En 1992 aplico para una beca en España, me la conceden. Varias razones estimulan esta salida, que se convertía en una posibilidad de escape. Parto hacia Valencia con la ilusión de dejar Costa Rica por un tiempo y también por vivir dentro de otra atmósfera, en  otro sitio y sobre todo con el deseo de vivir nuevas historias. Y allá, logro matricularme en la Universidad Politécnica, donde realicé un taller por un año con resultados satisfactorios. Fue un segundo período, similar al de “Contextos”, lleno de regocijo, de mucha inquietud, de ansias, con muchas horas en el taller, una experiencia maravillosa. Trabajé casi de manera permanente, me dediqué solo a crear, y de todo esto, resultó una serie de serigrafías, la cual titulé “Meditetrópica Lucis” (Universidad Politécnica de Valencia, España, 1993). 

  • Posteriormente abandonaste temporalmente la pintura para concentrarte en un nuevo proyecto al que llamarás “Pasión”. Un proyecto-instalación, un proyecto conceptual del tipo de poesía concreta en donde se puede leer a través de tres símbolos: labio, corazón y cruz alternados con la palabra: auxilio y la intervención aleatoria del público mediante el recurso del graffiti. Contrario al proceso solitario de la pintura, en ésta, hacés partícipe al público como si se tratase de un director de orquesta. ¿Cuál fue tu experiencia en este proyecto?

La idea de “Pasión”, nació en Valencia, a partir de mis primeros contactos con el taller de serigrafía. En ese entonces, había recibido una invitación del Museo de Arte Costarricense para exponer en la Galería Nacional de Arte Contemporáneo. Estimulado  por la serigrafía, se me ocurrió que era una buena idea para aprovechar ese espacio y presentar este proyecto. En un comienzo se llamó “El ejército neutral del afecto”, luego cambió a “Pasión”. Sin embargo, el sentimiento, el espíritu del  proyecto se mantuvo, el felling al cariño, al amor, a ese efecto, a esa parte de la vida. Yo buscaba en “Pasión”, una experiencia pagana, exaltar un comportamiento pagano como un valor. En todo caso, la propuesta se fue armando, hasta llegar a tener en claro, que se trataba  de un concepto estético acerca de lo romántico, el arrebato, el arrojo, el gozo, la ilusión de un estilo de amor, de sentimientos y comportamientos que yo encontraba a partir de mis recuerdos de vivencias de niño en Limón, en el downtown limonense. En ese ambiente viví hasta los seis años. Allí observé de cerca el “rollo” de las parejas de los años cincuentas. Este recuerdo, esta memoria fue lo que me motivó plantearlo como un proyecto plástico, con el objetivo, entre otros, de ofrecer a las nuevas generaciones, la oportunidad de atisbar el estilo de esa época, destacándolo como un importante valor social, en donde además, lo que se buscaba era eso, alimentar esas cosas del corazón, ese estilo popular que se marcó a través del ritmo del bolero y que generó toda una serie de comportamientos entorno al quererse. Para una realización estaba pensando en un montaje, en una estructura sobre la cual, iba a estampar un código amoroso, que contemplaba corazones, labios, cruces, además de, espejos, ramos de rosas, preservativos, perfumes y la palabra auxilio. Con la intención de hacer de esto, una referencia a “lo enfermo” que se maneja hoy día, este sentimiento en el mundo occidental. Impreso este código mediante el recurso de la serigrafía, yo pediría al público intervenir directamente, grafitear, escribir textos amorosos, piropos, dibujar una original simbología amorosa, sobre ese muro de amor. Pretendía también, que la gente llegara a depositar flores, cartas de amor, regalos de amor, recuerdos de amor, pero no fue así. En síntesis “Pasión” fue una invitación a que nos queramos, gustemos, a que nos piropiemos,  para que el amor siga existiendo, para que el amor pueda seguir atravesando corazones, para poder seguir amando y no morir en el intento.

  • Las acciones de Joseph Beuys, del grupo Fluxus o de eventos como los de Ives Klein quedaron registrados mediante fotografías o filmaciones y luego, en documentos, o libros. Lo que sobrevive del trabajo conceptual de la artista cubana Ana Mendieta son las fotografías, etc. Así que, en un evento tan efímero como el de “Pasión”, fue todo  un acierto el catálogo, en donde se pueden apreciar parcialmente fragmentos de la exposición, los muros intervenidos, los graffitis. No vale la pena volver a preguntare lo que para vos significó en su concepto “Pasión”,  si en el catálogo se puede leer a manera de graffiti, a manera de poema callejero lo siguiente:

Un HOMENAJE a una época, /a una música, /a un canto, /a un RECUERDO   de infancia, /a una ciudad, a un sentimiento…/ a “COSAS DEL CORAZÓN”,/ a un tipo de pasión,/ alas parejas DE LOS CINCUENTAS/ a un estilo popular, a un baile/ y aun ritmo, / a un quererse así…/ Una exposición que destaca/el espíritu popular de una época/en torno a un sentimiento/ que se bailó/al compás DEL BOLERO/provocando en su gente:/ obsesión/arrebato/ilusión/piel/ arrojo/ y/ pasión/ EL AMOR AUN NO MATABA.

  • ¿Qué querés decir  con esta última frase: EL AMOR AÚN NO MATABA?

¿Por qué digo: EL AMOR AUN NO MATABA?

Pues, fue inevitable que sí tocábamos un terreno como éste del amor, no hiciéramos referencia al SIDA como una situación actual, latente, cruel, ingrata, de alguna manera, una mala pasada al amor, a ese tiempo, a ese territorio humano. Si hablábamos del amor era inevitable que también habláramos de SIDA. Claro está, que estábamos haciendo mención a ese amor que se vive piel con piel. Además con la referencia del SIDA contemporanizaba “Pasión” y alertaba sobre este mal de amor. EL AMOR AUN NO MATABA.

  • El bolero es trágico, es amor, es pasión y sobre todo, es nostalgia. Es bailar “pegado”, es encontrar de nuevo la pareja, es esentir el calor a través de la música, de canciones apasionadas. Pedro, decís que es: “Un homenaje a una época…” ¿No es quizás también una manera de recuperar en esta época y en estas sociedades tan violentas, tan tecnificadas, tan despersonalizadas, algo que ya nos es tan lejano. ¿No es un querer ir “En busca del tiempo perdido”, como escribiera Marcel Proust, de recuperar el “tiempo perdido”? ¿Por qué ese deseo?.

¿El por qué me nace el hacer “Pasión”? El ser artista me hizo ver más allá, me ha llevado hasta la infancia, no a un tiempo perdido, sino a una época infantil, la cual, guardo con gran cariño. Lo que estoy homenajeando es una época maravillosa de niño, vivida en Limón, en un Limón lleno de noches de luna llena, de desfiles de negros y negras vestidos de blanco, de rockolas que no musitaban sino que gritaban. Una época donde oíamos desde la acera a Benny More. La verdad es que siempre he estado como escarbando este sentimiento, esta parte de mi vida. “Pasión”, es eso, el encontrar positiva aquella época.

  • En esta última muestra y vuelta a la pintura percibo que hay un nuevo replanteamiento en tu quehacer como artista. Hay obras que recuerdan o pertenecen a la serie que se inició con “Contextos”, una obra caracterizada por el dolor y la angustia, de texturas realizadas con cierto desgarramiento, mientras que este otro y nuevo período que se inició con “Pasión” aparece el símbolo del corazón y un acercamiento al lenguaje posmodernista, lecturas alternas, símbolos en el vacío o sobre vacíos pintados con alguna textura abstracta y sutil. ¿Cómo explicas esto?

Yo encuentro que el carácter gráfico que ya aparece en “Contextos” se mantiene hoy día, la textura, el manejo plano del color, etc. Vos percibís que han aparecido en esta nueva etapa de mi pintura, nuevos elementos, lecturas alternas, símbolos en el vacío,  o  sobre vacíos pintados con alguna textura abstracta y sutil. ¿Cómo te explico esto? El estar delante de la tela, al lado del color, del pincel, del gesto, de la historia personal, del cuento, de lo que te  pasa, de lo que respiras, de lo que anhelás, de lo que ansías, es un poco todo esto el contexto, el ambiente en que me encuentro. Siempre, cuando estoy en el estudio, que es para mi un templo, el sitio donde llego y entro en comunión conmigo mismo, aparece pues, posiblemente, todo esto que decís y que creo es el resultado de  una encerrona, de un nuevo encuentro con la pintura, con el quehacer pictórico, con el juego de nuevas posibilidades, Como vés, también en este período de trabajo encuentro que el color juega un rol protagónico en cada una de mis pinturas. Es un elemento a través del cual, quisiera resolver mi historia sobre una o esa superficie que a su vez, quisiera que fuera grito, ESTAMOS SOLOS y entramos en un estado de desesperación, donde pareciera que de lo que se trata es de un ¡sálvese quien pueda!. ¿Cómo pintar todo esto?

Pues, en esto estamos, no sé si símbolos en el vacío o si pintar estos vacíos o depositar allí una historia que finalmente nos pueda a todos convertir en miembros de una maravillosa comunidad, en donde ojalá volvamos a ser solidarios, La pintura sigue siendo una ventana, a través de la cual podemos asomarnos y ver de repente alguna luz, alguna sugerencia, que realmente nos conmueva y nos convierta en mejores hombres. 

  • ¿Por qué nuevo rumbo va tu pintura? Y ¿qué nuevos planes tenés para un futuro inmediato?

Sigo pintando, sigo queriendo habitar más este templo que es el estudio, y el rumbo que vaya a seguir la pintura, será el que marque el trabajo,  la dedicación, la entrega, el seguir asumiéndolo con alegría, con responsabilidad, con inteligencia, con sorpresa. Hay que ser valientes, porque para esto en lo que estamos,  por ejemplo, voy yyo, hay que serlo, aunque a veces asumamos situaciones suicidas, es una manera de vida y uno optó por esta. Por otro lado, tengo claro también que se trata de hacer una pintura, y lo más conciliatoria posible entre nosotros, y es por donde me inclino. Buscar que realmente el quehacer, este de las artes visuales sostenga una dirección que tiene un camino de más posibilidades de realización. Entre mis nuevos planes para un futuro, está el querer armar un taller de serigrafía en el cual también, poder compartir con colegas conocimientos adquiridos en otros sitios, seguir descubriendo las posibilidades de la imagen, del color, de la memoria, de la textura y lo gráfico. Disfrutar con sabiduría de los resultados de la circunstancia creativa que logre generar. Además tengo planes para salir. Hay invitaciones que debo atender y cuando el “oficio” me permite estas aventuras lo vivo con mucha emoción.

 

PAISAJE DESTERRADO
A Pedro Arrieta, por siempre.

 

La visitación de la luz
develó
la piel quemante
del paisaje.


Una nube con lluvia roja
fue culpada
por su asesino intento.


La ciudad
Se incendia
Su desarticulada arquitectura
Y no hay quien
Escale
El miedo
Quien emprenda
La ruta marcada
El gran escape.


Hay que huir de este infierno
perplejo
húmedo y caliente
por las escaleras
de las equivocaciones.


Cráter de espejo rojo fuego
de furia calcinante


Mil volcanes
despedazan
la tierra
revientan
el asfalto
perforan
los cielos
en busca de un ángel.


Alguien


La vida
se ha vuelto
intolerable.


El ojo despavorido
percibe
la realidad
en tu pincel
rabioso. 


Alina González, 1996






 

Alina González

Artista visual, curadora e investigadora en arte

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