Burke: La poética de lo vital

Burke: La poética de lo vital

Autor(a): Eugenia Sánchez Rudin  Follow // Tiempo de lectura 7 min 

Ganador del prestigioso Premio Nacional de Artes Visuales Francisco Amighetti 2024 en la categoría Bidimensional, Héctor Burke presentó su cautivadora exposición "Tal Cual. Per Se" en el Museo de Arte Costarricense, entre el 20 de octubre y el 24 de noviembre de 2024. Esta muestra ofreció una profunda reflexión sobre su universo creativo, presentando una selección de obras que revelaban la intersección de sus exploraciones visuales y literarias. Los visitantes pudieron sumergirse en una constante introspección, característica de su trayectoria artística.

La exposición estaba distribuida en tres espacios —la nave central y los dos laterales—; sin embargo, no se puede hablar de secciones estrictas. La obra de Burke se configura más como un universo creativo cuyo contenido global se manifiesta de manera integral. Como señala Díaz (pág. 24) en "En el trazo de las constelaciones": "Exponiendo y hasta regodeándose en la pobreza de los medios, para Burke el material no parece ser lo fundamental, sino más bien la exploración subjetiva de los trazos, en diálogo con textos literarios y poéticos”.

Brochure de la exposición "Tal Cual. Per Se", fotografía: Eugenia Sánchez Rudin

En algunos espacios, los visitantes podían encontrar pequeños poemas escritos por el propio artista, que invitaban a la reflexión. Además, en las vitrinas se mostraba una selecta colección de su obra literaria, la cual complementaba y dialogaba con sus creaciones visuales, ofreciendo una experiencia integral de su universo creativo. Así, la poética de las palabras y de las imágenes se entrelaza y enriquece mutuamente a lo largo de su producción, permitiéndole navegar con fluidez entre sus inquietudes literarias y visuales, en un proceso constante de lectura, observación y experimentación.
Años atrás, el artista comentó que siempre llevaba consigo un cuaderno, listo para escribir en cualquier momento. Ya fuera en una soda, en un parque o mientras caminaba por la calle, aprovechaba cualquier ocasión para dejar fluir las palabras, para luego trabajarlas y desarrollarlas. Este hábito de escribir al aire libre refleja su coherencia con una visión creativa profunda: la verdadera fuente de creación es la vida, el motivo que nutre su “planeta B.R.K.”.

En su trabajo de graduación (pág. 15), Burke expone: “La poesía tiene sus características propias, de gran diversidad, incluso divergentes; por ejemplo, la brevedad y aparente simpleza de un haiku de Basho frente a la extensión y complejidad de los cantares de Pound. Dentro de esta pluralidad de características, no he optado por una norma, sino por una amplitud de extensión poética, que me permite manifestar mis propias experiencias. Esto, porque existe mayor libertad de expresión cuando el ámbito formal es más amplio. De igual manera, el territorio de la plástica debe ser tan extenso como para no limitar su multisignificación”.

Otro aspecto importante para comprender su proceso creativo es que, para el artista, no es suficiente depender únicamente del razonamiento consciente. A través del estudio de Freud y el psicoanálisis, Burke concluye que la cognición humana es mucho más compleja, y que la parte consciente representa solo una pequeña fracción del todo. En cuanto a las terminologías, prefiere referirse al “subconsciente” en lugar del “inconsciente”, como se explica en la cita de "Testigos estratigráficos: un mapa actual de la obra de Héctor Burke":

“(…) Burke lo defiende. Le parece que los prefijos ‘in’ y ‘pre’ instituyen una distancia con la consciencia, que en su caso no aplica. Subconsciente funciona bien para él, refiere a una instancia a la que la consciencia no tiene acceso, pero que se encuentra activa en estado latente y que se revela en todo momento, principalmente cuando de resoluciones se trata.” 
Curadora María José Monge

Respecto al contenido conceptual de su obra poética y visual, en una ocasión Burke expresó: “Nada me es ajeno”. Esta frase resume la diversidad de títulos y motivos que pueblan su obra, todos englobados en un gran tema: la vida misma. Su visión particularizada de los sucesos, paisajes, animales, personas y hechos cotidianos, todo filtrado por su interioridad, configura su óptica poética. Por ello, el autorretrato juega un papel fundamental en su obra, abordado desde sus inicios y explorado a través de un sinfín de posibilidades técnicas.

Poema en la pared, fotografía: Eugenia Sánchez Rudin

El “otro yo” suele emerger en distintas propuestas visuales, figuras ficticias con las que el artista se identifica. Es una forma de explorar su interioridad, buscar caracterizaciones y metáforas. Uno de los primeros alter egos que Burke creó fue El Caprino, una figura simbólica que persiste hasta el siglo XXI y que tiene variantes como "Caprino de terracota" (1994) y "Caprinos con ancestros" (2002). La imagen del caprino representa la persistencia.

Estos caprinos reflejan el motivo animal en su producción, enmarcado dentro de la tradición animalística costarricense de finales del siglo XX. Como explican Alvarado y Hernández en "La historia de la animalística costarricense" (pág. 71): “Encontramos al animal vinculado a nociones e ideas humanas acerca de lo bueno, lo cotidiano y lo mágico. Simboliza, más que nunca, las actitudes y acciones de los seres humanos”.
Por otra parte, el vínculo entre la poesía textual y la plástica en la obra de Burke es intrínseco. El título de una pieza actúa como la “puerta de entrada” a la misma, punto donde convergen ideas y formas. Un ejemplo es la obra "Una ad-mirada baila" (2002), que juega con las palabras separando el prefijo “ad-” para ofrecer una doble significación. “Ad-” implica dirección o contacto, y al mismo tiempo “ad-mirada” se convierte en una figura femenina estimada.

En cuanto a la materialidad, si bien no es la esencia de su obra, juega un papel fundamental en la conexión con el contenido. En este sentido, comparte afinidad con Joseph Beuys, quien también valoraba la carga de las experiencias vitales en los materiales. Sin embargo, mientras Beuys lo hacía desde una visión chamánica, Burke lo aborda desde una vivencia poética.

Material de poesía, fotografía: Eugenia Sánchez Rudin

Como se evidenció en la exposición, la vasta producción de Héctor Burke abarca una riqueza de temáticas y técnicas: desde el dibujo, grabado y pintura, hasta el papel hecho a mano, la cerámica, el collage y el objeto intervenido. Su obra, en constante evolución, escapa a toda clasificación definitiva. Sin embargo, es indiscutible que su legado representa un hito en la historia del arte costarricense. "Tal Cual. Per Se", la muestra más abarcadora de su trayectoria hasta la fecha, ofreció una experiencia estética y emocional donde lo cotidiano se transforma en profundidad, y lo aparentemente simple revela una complejidad poética desbordante.

Aún queda una tarea pendiente para la sociedad costarricense: la creación de una antología que reúna y preserve la totalidad de su producción. Más allá de una labor archivística, se trata de salvaguardar una visión del mundo que, a través de la imagen y la palabra, nos invita a repensar lo esencial. La poética visual y literaria de Burke merece ser estudiada, celebrada y compartida, no solo como testimonio de su tiempo, sino como una brújula para quienes buscan en el arte un espacio de resonancia interior y revelación vital.

 

Brochure digital de la exposición "Tal Cual. Per Se":


 

Bibliografía

1. Ades, Dawn. (1975). El dada y el surrealismo. Editorial Labor, S.A.,
Barcelona, España.
2. Alvarado Venegas, Ileana & Hernández Villalobos, Efraín. (2006). La
animalística en el arte costarricense. Fundación Museos del Banco Central,
San José, C.R.
3. SUREDA, J. & GUASCH, A. (1993). La trama de lo moderno. Ediciones
Akal, S.A., Madrid, España.
4. Osborne, H. (1990). Diccionario: Guía del arte del siglo XX. Alianza
Editorial, Madrid, España.
5. Dorfles, G. (1976). Últimas tendencias del hoy. Editorial Labor, Barcelona,
España.
6. Brigas Díaz, Tamara. (2003). En el trazo de las constelaciones. Ediciones
Perro-Azul, San José, C.R.
7. Rodríguez Vega, Eugenio. (2004). Costa Rica en el siglo XX. Editorial
Universidad Estatal a Distancia, San José, C.R.
8. Burke, Héctor. Dirección cuatro caminos. Andrómeda, San José, C.R.
9. Burke, Héctor. (1996). La espiral del helecho. Editores Alambique, San
José, C.R.
10. Burke, Héctor. (1996). Como una fruta en la ventana. San José, C.R.
11. Burke, Héctor. (1997). Las caligrafías negras en el verde; concurso de
poesía 1996. Editorial de la Universidad de Costa Rica, San José, C.R.
12. Burke, Héctor. (1992). Los nombres de la libertad. Tesis, San José, C.R.
13. Museo de Arte y Diseño Contemporáneo. (1996). El espíritu de una
colección. San José, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo.
14. Museo de Arte y Diseño Contemporáneo(2004) Tal Cual. Per Se Héctor
Burke.
15. Walther, Ingo F. (Editor); Ruhrberg, K.; Schneckenburger, M.; Fricke, C.;
Honnef, K. (1999). Arte del siglo XX (2 volúmenes). Benedikt Taschen
Verlag, Alemania.
16. Burke, Héctor. (2003). Un desaparecido. Teor/ética, Entrevistas.
17. Entrevista con el artista Héctor Burke. 6, 12, 18 de agosto y 2 de
septiembre de 2009.
18.Observación del artista Héctor Burke trabajando. 9 de septiembre de 2009.

 

 

 

 

 

Eugenia S. Rudin

Bachiller en Arte y Comunicación Visual por la Universidad Nacional de Costa Rica, recientemente obtuvo el Diploma Superior en Mediación Cultural, Comunidad, Artes y Tecnologías de Clacso.

 

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